viernes, 30 de agosto de 2013

Sueños

Algo de lo que me di cuenta este año cuando comencé a ir a la facultad fue de que no estaba sola. Que para triunfar se debe ser uno en un millón y en ese momento no era más que una del montón. Todos teníamos un mismo sueño y probablemente más de uno se iba a quedar atascado en la mitad. Ahí empecé a pensar que tal vez no era lo suficientemente buena como el resto. Toda mi vida viví en una burbuja pensando que era la mejor en lo que hacía y había gente capaz de probarme equivocada. Si bien se que debo pelear por mis sueños, ¿de qué vale intentar cuando se cree todo perdido? No me gustaría perseguir un sueño durante toda mi vida para no conseguirlo y es muy difícil conseguirlo. Me temo que tal vez no estoy preparada para luchar en esta pelea o que quizá ya me cansé de luchar del todo. Si las cosas fuesen simples, todos triunfaríamos y todos seríamos don nadie a la vez.
¿Qué tan mal nos queda un poco de atención? No pido algo en exceso, pido poco y tampoco lo obtengo. Yo canto, grabo videos cantando, los posteo en internet: nada. Hago tutoriales, los subo a internet: nada. Toco guitarra, toco todo el día a más no poder y: nada. Y lo peor es que es de la manera en que me gustaría vivir y no me lleva a ningún lado. Ya pensé muchas veces ¿y si te retiras Andru? ¿Y si dejas de tener sueños por un tiempo? Capaz llevo a algún lado y pueda triunfar en algo que no me gusta pero ¿de qué me sirve ser buena en algo que no me interesa?
Y digo “voy a dejar de alimentar un sueño que no tiene final feliz” y lo sigo alimentando. Y me contradigo pensando que algún día podría a llegar a ser una en un millón cuando ya se la respuesta a eso y es un grande “no”. Mientras algunos triunfan, otros nacimos parar mirar cómo se hace.

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