Feliz día al más grande con todas las letras

Escribí esta carta para el día del padre, se las dejo acá para que la aprecien. 

“¿Te acordas de esos días en que todo era pacífico? Estabas siempre feliz y no te hacías problema cuando las cosas no salían bien. No tenías la necesitad de preguntarte las cosas dos veces porque simplemente lo hacías. No te importaba el “qué dirán” y mucho menos lo que los demás hacían. Estabas en un mundo diferente, tu mundo. Te morías por crecer y no te dabas cuenta de lo que eso implicaba. Lo gracioso es que cuando uno crece quiere volver a ser chico y volver a ver las cosas de la misma perspectiva en que antes lo hacía pero ya es muy tarde. Ahora tenes cosas que hacer, todo un mundo por delante que te vigila y te juzga. A veces te cuesta un poco ser vos mismo porque sentís la presión del resto a tus espaldas. ¿Te acordas lo que era estar feliz todo el día? ¿Te acordas lo que se sentía tener todo a tu alrededor y que eso fuese suficiente?

En este momento desearía ser esa nena de cinco años y tenerte a mi lado como todos los días antes de 7 de noviembre de 2006. Me gustaría poder estar todo el día con vos viendo películas, saliendo afuera como siempre o algo original. Me gustaría poder llamarte una última vez “papá” y que lo oigas y te sientas orgulloso de eso una vez más. Extraño ir en el auto cantando como loca junto a vos. Extraño reírme de vos cuando te emocionabas viendo una película. Extraño los cafés batidos de todas las siestas y los lugares a los que concurríamos. Eran cosas únicas que compartía con vos y nadie más. Son costumbres que ya no tengo porque no te tengo a mi lado de la misma manera que antes.

Ahora esto no me afecta de la misma manera que antes, supongo que la herida fue cicatrizando con el tiempo pero eso no significa que no te extrañe como nunca, sobretodo un día como este. En mi mente este día no va a pasar por alto porque aunque no estés físicamente, seguís siendo mi papá. Y si bien no voy a pasar el día con vos, te voy a pensar una vez más. Me voy a acordar de los días que pasamos juntos y de lo bien que lo pasamos.

No voy a mirar al cielo y pedirte de nuevo, voy a mirar las estrellas de noche – como solíamos hacer antes – y esta vez voy a pensar que sos una de ellas y me estas cuidando y guiándome para que el camino a  casa no se torne borroso. Si hay algo que nadie me puede quitar son los recuerdos que tengo, esos van a durar por siempre, hasta el final de los tiempos. Te quiero mucho y vos lo sabes, no hace falta que lo diga una vez más pero hoy lo grito en voz alta. Feliz día.”