viernes, 30 de agosto de 2013

Buenos Aires ¿te acuerdas de mi?

Hoy estaba hablando con Marianela, mi acompañante terapéutica y le conté de las dos veces que fui a Buenos Aires. La primera vez que fui en 2011 para ir al concierto de Avenged Sevenfold. Viajamos con mi mamá y mi prima. Me acuerdo que el primer día esta super nerviosa por el concierto. Comimos rápido y me dejaron al frente de donde era el concierto. Me encontré con tres amigas que había conocido por internet y nos quedamos en la fila. Una vez adentro viví una de las mejores noches de mi vida. No sólo porque vi a una de mis bandas favoritas, sinó también porque Syn me miró y me saludó. Casi me caigo muerta al piso. Esa noche me costo dormirme, pero una vez que lo hice no me despertó nadie. Al día siguiente desayunamos y salimos a caminar por el centro. Pasamos por la casa rosada, después fuimos a una feria de más o menos seis cuadras donde vendían artesanías y todas esas cosas interesantes. Finalmente terminamos en el shopping Ulrich (creo que así se llamaba, me acuerdo que era re parecido al apellido del baterista de Metallica). Almorzamos y nos fuimos al cine a ver “Un cuento chino” (si no la vieron, actúa Ricardo Darín y está buenísima). La pasamos muy lindo y fue hermoso. Lo viví demasiado rápido asíque no se mucho que contarles de esa primera experencia, creo que lo disfruté más la segunda vez ya que viaje sola entre mucha gente. ¿Cómo? Viajé con 50 cordobeses en un bus pero sin nadie de la familia o amigos. Estuvo buenísimo. Salimos un día antes y pasamos la noche fuera del estadio haciendo fila. Me morí de frío como nunca y literalmente no pude pegar un ojo en toda la noche. Nunca me voy a olvidar de lo que es caminar como 20 cuadras buscando una estación de servicio para ir al baño, mirando para todos lados para no encontrarse con algún matón por ahí. Fue toda una aventura. 
Al día siguiente me acuerdo que fuimos al disco y compramos unos saquitos de café para hacer. Hicimos fila hasta las siete de la tarde que nos dejaron entrar. Me acuerdo que antes de eso, escuchamos la prueba de sonido de Avril. Ella cantó Keep Holding on y Nobody’s home. Me agarró un ataque de llanto y nadie podía hacerme parar. Esas canciones significan mucho para mi, sobretodo la primera. Fue lo que necesité oír durante un período bastante duro de mi vida.  Entramos al concierto y corrí hasta ser la primera, ahí agarrada de la vaya. Estaba tan feliz y por más que me empujaban los de atrás con mucha fuerza para poder estar en mi lugar, no lo lograron. 
Cuando ella salió en escena mi corazón se derritió. Fue hermoso verla, tantos años de fanatismo y finalmente la tenía ante mis ojos. En un momento se bajó del escenario y le toqué el cabello. Fue mágico. Espero algún día ir a verla de nuevo porque la admiro muchísimo y su actitud me ayudo a cambiar partes de mi que debía fortalecer. 
Fue hermoso ir a Buenos Aires. Las experiencias que viví fueron únicas y nunca me las voy a olvidar. 

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